CÓMO EL PRIMER DÍA

A pesar de que ha pasado el tiempo, sigo viendo en ti a la mujer que llegó a llenar ese espacio; ese espacio que solo puede ser cubierto por alguien especial a quien estuvimos buscando y esperando por largo tiempo pero que en un momento dado llega sin avisar, sin buscarlo.

Y nos damos cuenta de que por fin ya estamos completos, que todo aquello que faltaba en nuestra vida se encuentra cubierto y ya estamos preparados para enfrentar nuevos retos. Preparados para dejar, por fin que se termine el “yo” para formar un “nosotros”.

Tú eres mi fortaleza, eres la mujer que cubre con su calidez todos mis momentos. No imagino la vida sin ti, a pesar de cualquier diferencia o enojo por la convivencia diaria ya que sabemos que siempre tendremos diferentes opiniones, puntos de vista y prioridades. Por el solo hecho de que somos dos personas aunque formemos un solo corazón.

No sabes cuánto lamento cada vez que no estamos de acuerdo, yo, como siempre, termino enojado y renegando mientras tú tienes la calma y la paciencia para esperar que yo recapacite y regrese nuevamente para dar solución. Es que tú conoces perfectamente mis reacciones pero sea por lo que sea, me haces sentir bien y eso es lo importante, eres exactamente la mujer que siempre esperé.

Y yo haré todo lo que esté de mi mano para que esta nuestra unión siga siendo así. No te prometo que vaya a cambiar alguna de mis actitudes, forma de pensar o de ser. Simplemente te voy a seguir queriendo por siempre. Como el primer día.

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