Hoy me siento triste, con una profunda desilusión que toca lo más profundo de mi ser, lo sé, fue mi culpa, no hice lo correcto, fallé, me equivoqué, aprendí una gran lección, una lección que sobre todo afecta mi sentir en los demás. Siento que fallé a todo lo que me han dado, en tanto tiempo han hecho tanto por mí, pero, ya es tarde, no sé cómo afrontarlo, como decir la verdad, cómo marcar una diferencia entre el bien y el mal.
Solo sé que quiero hacer bien, que nadie sufra, que nadie se interese por mí, que nadie sufra mi dolor, prefiero guardar esta amargura y ser atrapado en ésta, porque esta amargura es mía yo la construí, es mi culpa, seguiré adelante y si no soy capaz por eso que pasó, me quedaré hundido con un pobre corazón roto humilde.
Intento ser valiente, aquí estoy mostrando mis sueños al mundo, valórenlos por favor, me han costado mucho trabajo, tanto tiempo soñando, creando, llorando, pensando, tanto tiempo hermoso del cual estoy tan orgulloso. Qué grande es soñar porque en los sueños cumplí todas mis expectativas, no me importa cual sea mi final, solo sé que no quiero causar ni una sola molestia a este mundo maravilloso.
Dios me ha creado y tendrá una misión para mí, yo no sé cuál será la mía pero lo que sí sé es que él compartiría no hacerle daño a este mundo, esto es devastador. Después de tener una vida maravillosa con tantas ilusiones, ahora me dirijo a pensar en jugar el papel de una piedra, que no habla, no se mueve y mira cómo el mundo pasa a su alrededor.
Esto será hasta que Dios quiera tenerme aquí, Dios es maravilloso, es increíble su gran amor, la culpa es nuestra, los que nos equivocamos, él es en realidad justo y eso me llena de gozo. Si tengo que ser castigado por mis propias decisiones lo haré, lo aceptare, Dios es justo, asumamos el papel de pecadores y paguemos por nuestros errores, tal vez ese castigo sea descomunal pero existe una verdad, Dios no se equivoca.
Por el momento yo seguiré aquí pensando en cómo contar la verdad a tantos que me han ayudado en todo momento, tal vez finalmente termine mi vida viviendo el papel de la piedra o tal vez este sentimiento sea pasajero y me recupere como muchas veces en la vida. En este momento solo sé que me siento orgulloso de haber vivido junto a ese niño tan soñador que en un tiempo fui.
Como sé que estás leyendo esto, quiero que sepas que me siento feliz de que hubieras tenido tanto amor en tu corazón para crear tantas ilusiones y sueños, te digo que todo eso que soñaste, todo ello que te encantaba, todos eso lo viviste no en este mundo pero sí en el mundo mágico de los sueños. ¿Qué pasará después de terminar de escribir estas palabras? No tengo ni idea, pero siento mucho miedo.